No te estaría contando nada nuevo al decirte que la justicia en Chile es un chiste. Un país sumido en la delincuencia gracias a las facilidades que le son otorgadas a los mismos delincuentes. ¿De qué sirve que sean capturados, si al día siguiente quedan libres por la estupidez de puerta giratoria que entendemos como "justicia"?
Y es que los mismos civiles se han colapsado de esta situación, llegando a una cantidad inimaginable de detenciones ciudadanas, en las que día a día aparecen nuevos "héroes sin capa" que se hartaron de esta situación y decidieron hacer justicia con sus propias manos. Tristemente, algunos de estos casos terminan mal, como el ejemplo de lo que le sucedió hace poco más de una semana a Raúl y Gustavo Aravena; padre e hijo, respectivamente; quienes sufrieron un "portonazo" en donde un primate delincuente le robó el auto a Gustavo en el portón de su casa, a lo que reaccionaron junto a su padre y decidieron perseguir a este antisocial. La persecución culminó con severos golpes para el delincuente, causándole la muerte. Todo bien, a mi parecer. El problema es que la justicia chilena hizo lo suyo nuevamente, dejando en prisión preventiva a los Aravena, pues se les consideró un "peligro para la sociedad". ¿En qué mierda de país vivo? Sí, en el que matar a un delincuente te hace el peor criminal de la historia... en ese país vivo.
Fuente imagen: http://historiaybiografias.com/guillotina/
Siempre le he dicho a mi familia que si algún día me topo con uno de estos delincuentes, ya sea asáltandome a mí o a una persona cualquiera en la calle; yo pienso pelear sin importar nada. No me importaría matar a un delincuente, pues le estaría haciendo un gran favor a la sociedad, por más que el realizar esa acción me convierta en el peor asesino serial gracias a las estúpidas leyes de este país. Me gustaría ver qué harían los del poder judicial si vieran a uno de sus familiares siendo golpeado brutalmente por un delincuente, y que tuvieran la opción de matarlo de un golpe ¿lo dejarían ir? ¿lo matarían? Quién sabe.
Hace unos días (no recuerdo cuál exactamente) me levanté como toda mañana para ir a la universidad, y me encontré con la sorpresa de que el presidente Erdogan de Turquía se mostró a favor de la pena de muerte. Me hizo sentir muy comprendido, más aún porque este capítulo lo tenía pensado antes de esas declaraciones. Ojalá alguien por este país de mierda se pusiera los pantalones a favor de este sistema.
Imagínate cómo cambiarían las cosas en Chile si se implementara la pena de muerte: Un delincuente es capturado por un delito leve y lo dejan libre al poco tiempo; aceptable. El mismo delincuente queda advertido de que al próximo delito será castigado con pena de muerte. ¿Habría reincidencia? Difícil. El sistema perfecto. Doble delito leve o delito grave implica pena de muerte, aplicando para delincuentes desde los 15 años en adelante, pues considero que los menores de 14 pueden salvarse con una educación estricta. Obviamente es un sistema que surgió de mi mente y con el cual no tienes por qué estar de acuerdo. Tú sacarás tus propias conclusiones.
Para una persona como yo, sería fabuloso el tener la oportunidad de estar en primera fila para ver a un asesino, violador, estafador, etc. siendo ubicado en una guillotina en la plaza de la ciudad, en lo que serían sus últimos minutos en vida. Lo aplaudiría más que un gol de la Selección Chilena en el Mundial. Esa sangre sería señal para que los otros delincuentes se abstengan de delinquir, utilizando el miedo como factor para controlar y contribuir a una sociedad más segura. La mentalidad humana es tan frágil, que es muy fácil de manipular, y una de las formas más fáciles de hacerlo es mediante el miedo. Me encanta el ser una persona fuerte de mente, por más que las circunstancias que me hicieron así hayan sido difíciles, me siento agradecido de todas esas experiencias que hoy me permiten tomar mis propias decisiones con total seguridad en mí mismo y controlar mis emociones en casi todo momento.
Lamentablemente, por más eficiente que suene este sistema, tendrían que pasar cientos de años para que en Chile se pueda volver a hablar el tema de la pena de muerte. Ya no cabe ni un alfiler en el grupo de los hipócritas que tienen el control del país. Me encantaría poder llegar lo más arriba posible para empezar a cambiar la mentalidad de las basuras que nos están "dirigiendo." Quizá y algún día...
¡Muchas gracias por leer!
¡Qué tengas una buena noche!
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