domingo, 4 de septiembre de 2016

#1Día1EXP - Capítulo 10: De vez en cuando es bueno perder (04/09/16)

Domingo 04 de septiembre de 2016.

A decir verdad, este capítulo correspondía haberlo escrito y publicado el día viernes; pero el agotamiento y la pereza me ganaron la batalla y lo postergué un poco. Bueno, bastante, la verdad. Comencemos.

El día jueves fue el partido entre Paraguay y Chile, por las clasificatorias rumbo al mundial de Rusia; partido que, ante todo pronóstico, Chile perdió sin poder hacer mucho. Al día siguiente, el profe Gerardo -de Cálculo Multivariable- se mandó una frase que anoté inmediatamente para hacer un capítulo en torno a ella: «A veces es bueno perder para darse un espaldarazo que permita mejorar», dijo, o algo más o menos así. Y vaya que le encontré la razón. Me ha tocado perder muchas veces, incluyendo los 3 años que estudié en la Universidad de Concepción, cosa que es triste porque el tiempo es lo único que no se puede recuperar.

A pesar de todo, decidí cambiar mi visión de las cosas. El apoyo de las personas más cercanas fue algo fundamental en este proceso, pues sin ellos difícilmente hubiese podido salir adelante. Estaba tan acostumbrado a que todo saliera a mi pinta, que cuando me encontré en un ambiente desagradable, terminó perjudicándome considerablemente, al punto que comencé a dudar de mí mismo, de no comprender mi existencia. Superando todos esos problemas, pude pensar fríamente las cosas, y de verdad que cambia; el tener otro punto de vista simplifica notoriamente la visualización de nuevas soluciones a los mismos problemas. Aprendí a ver las derrotas y los problemas como oportunidades para levantarme y ser mejor, alguien más fuerte y que no se rinde ante nada.

A nadie le gusta perder, pero sí que se puede aprender de esas caídas. Seguro que te ha pasado más de alguna vez, sólo piensa, busca en tu mente y de seguro que recordarás una que otra situación que te haya puesto en este incómodo lugar que tanto mal nos hace sentir pero que resultan fundamentales para salir adelante.

En la U mis compañeros, conocidos y desconocidos suelen decir cosas como «Ah, pero este hueón es mateo», «¿cómo sabes tanto?», «¡este es máquina!», «Carlos, tú que todo lo sabes...», entre otras frases que no hacen más que recordarme todo lo que tuve que pasar para llegar hasta donde estoy. El éxito se logra con mucho esfuerzo y sufrimiento; pero al final, sabes que todo eso valió la pena. Me hace feliz el que mis compañeros y profesores me reconozcan por mi esfuerzo; incluso, en Inglés, la profesora Escobar me dijo que no era necesario que rindiera la primera prueba solemne de este martes y que tenía un 7. Me hace inmensamente feliz el hecho de ir ganando reconocimientos -por más pequeños que estos sean- siendo un tipo completamente normal, que se ha sacado la cresta por conseguir lo que es hoy, y sin ser un apitutado que triunfe por secretaría o un primate que solo sabe obtener sus logros mediante trampas.

El perder me ha hecho quien soy hoy, y estoy muy feliz de que así sea. Si pierdes, ¡levántate! ¿qué esperas?


Próximo capítulo: "Dormir y dormir. Trabajo bajo presión (19/09/16)"

¡Muchas gracias por leer!
¡Qué tengas una buena noche!

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