domingo, 30 de octubre de 2016

#1Día1EXP - Capítulo 15: Mi principal desagrado (30/10/16)

Domingo, 30 de octubre de 2016.

Me arriesgaría a decir que no hay persona en el mundo a la que no le desagrade nada, es decir, que no pueda existir nada que le produzca cierto disgusto. Es más, hasta me doy el lujo de decir que tú, que estás leyendo esto, tienes alguna que otra cosa que te produce cierto rechazo, las cuales no deben ser pocas. En mi caso, son muchísimas las cosas que me desagradan, por ejemplo: Los perros que te ladran cuando vas tranquilo por la calle, los idiotas que tocan la bocina innecesariamente, los profesores que revisan como la callampa (temandosaludosRamirezculiao), los evangélicos y comunistas que intentan hacerte seguir su ideología sin respetar la tuya, el calor del verano, la gente que da lástima para buscar cariño, la gente aprovechadora, los flaites (deberían exterminarlos de una buena vez), el despertar temprano, etc.


Sin embargo, lo que más me desagrada en la vida es... Las minas huecas. Creo que no hay cosa más desagradable que una mujer con cerebro de nuez. En un hombre eso resulta hasta chistoso porque se le puede molestar sin quedar como un cerdo machista, en cambio, en una mujer, esto se convierte en algo tan desagradable que se vuelve algo complicado de soportar, y vaya que tengo experiencia en eso, partiendo por todos los años en que tuve que aguantarme los ataques de ira de mi hermana y mi mamá en la casa, ¿no?

En mis años de colegio no hubo problema, salvo una (quizá dos) compañeras que de sólo verlas podía sentir la patada en las pelotas. Loco, era algo descomunalmente desagradable. Sí alguno de mis compañeros de colegio llega a leer esto, sabrán inmediatamente a quién me refiero. Debe ser la mujer más desagradable que he conocido: Si algo no le gusta, se enoja con todo el mundo; si le dicen algo, responde agresivamente; si ve una abeja, grita como si la estuviesen violando. De sólo recordarlo me duelen mis oídos.

Eso de las abejas es algo que hace poco conversé con mis compañeros de la U, un día que íbamos caminando a clases de un edificio a otro; adelante nuestro, un grupo de 3 mujeres que caminaba tranquilamente hasta que aparece una abeja entre ellas. Reacción: Gritar con un tono de voz lo más desagradable posible. De ahí es donde pude crear una de las frases que se convirtió en toda una filosofía de vida: «Si una mujer grita desagradablemente al ver una abeja, no vale la pena». Es algo totalmente aplicable, pues las minas huecas me desagradan tanto que ni de broma podría entablar una relación con alguien así. De sólo imaginarlo... ¡No!, no podría.

Por ello es que me llaman mucho la atención las mujeres más serias, quizá un tanto introvertidas, con su carácter y, lo más importante, INTELIGENTES. Eso definitivamente enamora.

Recuerdo también un día que íbamos a almorzar al casino de la U. Mis compañeros hicieron la fila para comprar con la sodexo, yo, como de costumbre, llevé mi táper con almuerzo. El calentar mi comida fue algo muy rápido, por lo que me dispuse a buscar asientos para mí y mis compañeros en una tarea que resultó más sencilla que de costumbre, pues no era hora peak en donde el casino se colapsa. Tras encontrar asientos, puse mi mochila en una silla que estaba a mi lado y supuse que nadie se sentaría en frente ante las señales que le hacía a mis compañeros para que se ubicaran. Así y todo, se acercaron dos mujeres, una, bastante seria, y la otra, por contraparte, el ser más desagradable del universo.

—¿Están ocupados estos puestos? —dijo, con un tono de voz ultra desagradable que de inmediato me hizo saber lo que se avecinaba.
—Sí, vienen mis compañeros —respondí inmediatamente, mientras ella ponía su bandeja en el puesto que se encontraba en diagonal al mío. Como suponía, su respuesta no se hizo esperar:
—¡Aaah! ¡No! ¡Que no hueveen si no hay puestos! —dijo con un tono repulsivo que me hizo recordar a mi compañera de colegio—. ¡¿Qué chucha, hueón?! —sentenció mi querida amiga.
—Ya, pero cálmate un poco —respondí, sabiendo que podía terminar en algo peor.
—¡No, hueón, si estoy tranquila! —dijo, con su voz de mierda.

Luego de eso, estuvo conversando con su amiga sobre lo desagradable que era que la gente guardara puestos. Yo me reía en su cara, pues el estilo es siempre lo más importante. Justo cuando mis compañeros estaban pagando su almuerzo, la chica desagradable vio una mesa desocupada y se fue. Mis compañeros se perdieron toda esta historia de amor. Para cuando llegaron, me dispuse a contarles lo sucedido, mientras la Srta. Desagradable miraba de cuando en vez hacia mí, suponiendo de lo que le hablaba a mis compañeros. Creo que la vergüenza se la comió de a poco. Amiga, no seas careraja, por favor, no te hagas la víctima cuando de seguro más de alguna vez le has guardado puesto a tus amigas (si es que tienes, claro está).

Siguiendo con esa situación, las chicas que estaban en la otra mesa (estaban pegadas, son mesas rectangulares para 6 personas c/u aprox.) conversaban sobre la fiesta de gala que se avecinaba.

—¿En serio viene Marocchino? —dijo una de ellas—. Si viene yo me lo agarro, a la mierda mi pololo.
—Yo igual. Mi pololo sabe que me tiene que cuidar, o si no... —remató otra—. Con Bastián nos quedamos mirando pensando probablemente lo mismo: Maracas culiás. ¿Qué es eso de que «mi pololo me tiene que cuidar»? ¿O sea que es culpa de tu pololo si te caes de pura casualidad en el pene de otro hombre? Ojalá tu pololo se enterara de tus declaraciones para ver si te sigues haciendo la Diosa del Olimpo con tus amiguitas. Con Bastián nos quedamos discutiendo sobre las minas huecas, mientras una de ellas (la única no hueca, por cierto) se reía con cada comentario que hacíamos, incluyendo el de la abeja.

Sí, definitivamente que lo que más me desagrada en esta vida son las mujeres huequitas que se creen amas y señoras del universo, cuando con suerte lo son en su habitación. Estoy feliz de que en mi pequeño pero querido público no haya personas de este tipo. ¡Se les quiere, chicas!


Próximo capítulo: "21 de transición. ¡Corre conciencia! (20/11/16)"

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sábado, 29 de octubre de 2016

#MarDeFrustraciones - Capítulo 38: Problemas

Antes de comenzar este capítulo, me gustaría que te tomaras un minuto para pensar en 10 problemas cualesquiera que sientes que tienes y/o que debas solucionar, sin importar la magnitud de éste. De ser necesario, escríbelos. Quizá aprendas algo con este capítulo.

Durante mi día a día, me he acostumbrado a escuchar a las personas quejándose porque tienen demasiados problemas que no saben cómo resolver: Que vas a llegar tarde, que un auto pasó por el charco de agua y te mojó, que tienes que estudiar, que no sabes si pedir un italiano o un alemán, que el profe te tiene mala, que se te cortó el agua, que te quedaste puerta afuera, etcétera. Si bien yo también me he quejado por pelotudeces similares, estoy consciente de lo poco consecuente que soy al hacerlo. ¿Por qué? Porque simplemente es absurdo quejarse por algo tan poca cosa como eso. El Universo es tan inmensamente grande que tanto nuestro planeta como nuestra galaxia (y por tanto, tus problemas) son algo tan minúsculo e insignificante, que no tiene sentido alguno el molestarse por esos detalles sin sentido. Tu problema es lo proporcional a una gota del agua de todos los océanos del planeta Tierra.

Ahora piénsalo nuevamente: ¿Realmente tienes un problema? ¿O sólo son situaciones?

 
Mientras tú te quejas de que nadie pone tu código de Uber para tener viajes gratis o lloras porque tu papito se equivocó y te compró un celular que no era el que querías y lo sientes como el peor crimen en la historia de la humanidad, yo te aprovecho de recordar que hay gente que padece de alguna enfermedad terminal y vive poniendo una buena cara a su familia sabiendo que en cualquier momento la bomba de tiempo puede estallar terminando con todo, o gente que tiene la desgracia de nacer en los lugares con mayor índice de pobreza en el mundo, muriendo tempranamente ya sea por hambre o por alguna infección. Me parece que estos problemas serían el equivalente al Océano Pacífico, es decir, los más grandes del mundo. El Océano Atlántico sería la avaricia y el egoísmo del hombre, toda esa ambición que nos destruye de a poco. El Océano Índico sería el desinterés de las personas por ayudarse mutuamente, buscando siempre la supervivencia personal. Por último, los Océanos Antártico y Ártico, serían los daños ambientales causados a nuestro planeta, acercándose a un punto de irreversibilidad en donde ya no habrá vuelta atrás. Estos sí que son problemas...

De tu lista, ¿cuáles sigues considerando como problemas?


Próximo capítulo: "El sucio juego de las ideologías"

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domingo, 9 de octubre de 2016

#1Día1EXP - Capítulo 14: "Es chistoso..." (09/10/16)

Domingo, 09 de octubre de 2016.

Comenzaba la clase de Cálculo Multivariable de día viernes, el profe Gerardo entraba a la sala y, tras ordenar sus cosas, se dispuso a saludar.

—Buenos días —dijo como de costumbre.
Muy pocos respondimos. Pasaron unos segundos y agregó:
—Es chistoso... Todavía no son ni ingenieros y ya se comportan como uno. No saludan...
Todos se lo tomaron como chiste, pero la verdad es que es algo tan cierto que me dio algo de pena. No sé por qué, pero algunos estudiantes de ingeniería -los más porros, por cierto- suelen tener ese complejo de superioridad que les impide ser respetuosos con los demás, siendo que nunca le han ganado a nadie y deberían preocuparse más por sacar adelante su carrera.

Es tan cierto como chistoso. No son ni la mitad de un ingeniero y ya se comportan como gran parte de ellos. ¿De qué te sirve alardear de que estudias una carrera del área de la ingeniería si eres una mierda de persona? El saludar no será lo más importante, pero demuestra en gran parte el grado de educación de una persona, y eso comienza desde la casa. Nada cuesta saludar a los profesores, a los guardias y a las tías del aseo. No requiere nada de esfuerzo y piensa que un «buenos días» dicho con una sonrisa (o un intento, como en mi caso) le puede alegrar el día considerablemente a esas personas que están a nuestro alrededor y que muchas veces no apreciamos lo que hacen por nosotros. Por esto es que siempre que tengo la oportunidad de saludar a estas personas, lo hago. Las tías del edificio C son lo más cariñosas del mundo, y los guardias de la U suelen contestar de buen humor. Es algo genial, pero más genial sería si todos colaboraran para hacer aún más armónico el ambiente, tanto en la universidad como fuera de ella.

Con pequeñas pero buenas acciones es que se cambia el mundo.


Próximo capítulo: "Mi principal desagrado (30/10/16)"

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domingo, 2 de octubre de 2016

#MarDeFrustraciones - Capítulo 37: ¡Desactiva el modo automático!

¿Te ha pasado que vas caminando tranquilamente y que de un momento a otro te ves en tu destino sin saber cómo carajos llegaste? Espero que sí, para no sentirme como el único bicho raro al que le ha pasado una que otra vez.

Hace unos 5 meses apróximadamente, caminaba por Lientur junto a Andrés, pues íbamos a una clase de Inglés II. De pronto, veo que se queda mirando el piso y se inclina para recoger una moneda de $10 pesos que estaba en el suelo. No era la primera vez que lo veía hacer algo así, y hasta llegué a pensar que este sujeto se habría hecho 1 millón de pesos sólo recogiendo monedas de $10. Le pregunté que cómo hacía para concentrarse tan bien en el suelo como para encontrar monedas a cada rato, a lo que me respondió «es que cuando estaba en Diseño, me enseñaron que tengo que estar atento a todo mi alrededor y no ir en automático», frase que quedó dando vueltas en mi mente y que hace unos días recordé, y por ello es que decidí hacerle un espacio aquí.

Es algo que ya había sentido más de alguna vez, más aún cuando soy alguien que camina ida-vuelta entre la casa y la universidad, en tramos de unos treinta minutos cada uno. Es extraño, porque no recuerdas lo que viste ni mucho menos lo que pensabas mientras caminabas. Esa sensación de que salgo de la U e instantáneamente aparezco en mi casa, haciendo caso omiso a todo lo que pasa a mi alrededor mientras camino no era algo nuevo para mí, así que decidí intentar cambiarlo.

Así, me propuse a mantenerme atento a todo lo que pasa a mi alrededor mientras camino, y me encontré con todo un mundo de sucesos y acciones a las cuales nunca prestaba atención. Personas que se repiten en cada caminata; perros que le ladran a la gente, haciéndola saltar de susto; parejas que se despiden en el paradero de Carrera con Fresia; personas embrujadas con el celular jugando Pokémon GO; micreros que tocan la bocina innecesariamente (a los cuales suelo putear o hacer un gesto de «corta tu hueá po'h, culiao»); señoras que van en grupo con enormes bolsas de supermercado, tapando toda la vereda; gatos haciendo saltos dignos de Tomás González; niños jugando a la pelota; mujeres que pasean a sus mascotas sólo por llamar la atención, pues ni saben cómo hacerlo ni cómo tratarlas; sujetos con peinado sopaipilla en actitudes sospechosas; personas discutiendo, divagando entre algunas verdades y otras mentiras; etcétera. Cada una de esas acciones tiene una finalidad, cada uno de esos elementos tiene un objetivo en mente que desea cumplir. Una infinidad de observaciones que me hacen pensar aún más que lo que conseguiría pensar en el modo automático. Es más, hasta creo que varios capítulos que se me han ocurrido han sido en base a esas observaciones.

Resulta importantísimo el estar atento a todo lo que ocurre a tu alrededor, principalmente por lo que vendría siendo el factor seguridad; al estar atento te evitas el ser sorprendido por cualquier cosa que te pueda hacer pasar un mal momento. El desactivar el modo automático y pasar al modo manual es algo que todos debiéramos hacer, tanto por lo que te decía de la seguridad, como también lo es porque te da la posibilidad de apreciar lo bonito -y lo no tan bonito- del mundo, es decir, todo este conjunto de acciones que conforman el sistema en que vivimos y todos los flujos de energía que se dan debido a cada suceso que ocurre; desde el movimiento de una hoja arrastrada por el viento, hasta los conductores que se echan la culpa entre sí porque uno chocó al otro; todas estas acciones tienen un profundo significado que puede repercutir en el futuro del sistema completo y, por tanto, de cada elemento que habita este planeta.

Cuesta, pero vale la pena el dejar la indiferencia y lo despistado. ¡Desactiva el modo automático y pasemos al modo manual!



Próximo capítulo: "Problemas"

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sábado, 1 de octubre de 2016

#1Día1EXP - Capítulo 13: No confío ni en mi propia sombra (01/10/16)

Sábado, 01 de octubre de 2016.

El día de ayer, a eso de las 12:30, me encontraba en la clase de Ecuaciones Diferenciales. Si bien no acostumbro a ir a las clases de ayudantías (porque me aburro y muchas veces los ayudantes se complican y terminan enredando a los estudiantes con sus explicaciones que ni ellos entienden) esta era una excepción, pues el profe Garfias decidió hacer clases normales, para así no tener la clase del día jueves 06, día en que juega la Selección Chilena por las clasificatorias al mundial. La clase iba normal como siempre, con el profe lanzando chistes entre explicaciones, hasta que se mandó la frase que inmediatamente anoté en mi cuaderno para exponerla aquí. La situación era sobre una Ecuación de Riccati, en la cual tenemos una ecuación diferencial y además necesitamos una solución particular para poder calcular la solución general. La cosa es que le pregunté al profe: «¿Profe, y qué pasaría si la solución particular dada no es solución?», a lo que él respondió:

«Si no es solución entonces no se puede hacer este procedimiento. Es algo que ustedes siempre pasan por alto en las solemnes; llegan y reemplazan y no comprueban si la solución es o no. La secretaria cuando está traspasando las solemnes siempre está conversando y haciendo otras cosas, por eso se mandan puras... cagás po'h, así que deben verificar. Yo no creo ni en mi sombra. El otro día estaba preparando una clase -aquí empezó a hacer el gesto de estar escribiendo en el pizarrón- y de repente miro a la pared y resulta que por la luz vi que mi sombra me quería pegar una puñalada. Entonces, ¿qué puedo esperar de mis alumnos?(...)»

Fuente imagen: http://www.huffingtonpost.co.uk/tomas-rawlings/jack-the-ripper_b_6437320.html


Fue gracioso imaginarse la situación: El profe escribiendo con el plumón y que al ver su sombra se encontrara con que ésta quería darle una puñalada. Creo que todos los que estábamos en la sala explotamos de risa, sin ver la profundidad de sus palabras. Y la verdad es que tiene razón; vivimos en un mundo con gente tan mierda, que no se puede confiar ni en tu propia sombra (a excepción del núcleo familiar, evidentemente, salvo que tengas una familia de mierda, ¿no?) y, por tanto, debes estar muy al pendiente cuando te toque confiar a alguien una tarea relativamente importante para ti. Nunca sabes cuando alguna persona que está, supuestamente, ganándose tu confianza, aprovechará para darte una puñalada por la espalda destrozando cualquier lazo existente entre ambos.

En este mundo no puedes darle la espalda a nada ni mucho menos a nadie; ni caminar se puede tranquilamente, hay que estar volteando cada tantos segundos para verificar que no hay nadie sospechoso siguiéndote. Esto último creo que ha sido un importantísimo factor para poder decir que nunca he sido asaltado. Como siempre voy pendiente de lo que ocurre haciendo vista en 360° cada tantos segundos, es casi imposible que alguien me pueda pillar por sorpresa. Si bien alguna que otra vez he visto a alguien en actitud sospechosa, la evasión es tan sencilla como observar con cara de «intenta algo y te mato» o simplemente acelerar el paso y buscar perderlo/s en algún semáforo y/o esquina.

Es triste saber que si sientes que te encuentras en una situación de bienestar total, tanto tú como tu alrededor, entonces algo anda mal. En este mundo no existe un contexto así de perfecto; siempre tiene que haber algo que la caga, y eso es lo que hace que nuestro mundo sea un mundo de mierda, un mundo repleto de penas y alegrías y, principalmente, un mundo no monótono y ciertamente divertido, en que es una obligación el tener que protegerse la espalda a uno mismo en todo momento, para así evitar el ser destruído ante cualquier posible amenaza.


Próximo capítulo: "Es chistoso... (09/10/16)"

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#MarDeFrustraciones - Capítulo 36: Carta a un friendzoneado

Querido amigo:

Imagino lo mal que te debes sentir después de lo que sucedió la última vez. Ya está de más decir que «te lo dije», pero es que así es. Sigues cometiendo una y otra vez los mismos errores, por más que te advierta que no vale la pena el seguir intentándolo.

¿Recuerdas aquella vez en que llorando te prometiste a ti mismo el no volver a intentarlo con esa persona que te rompió el corazón? Si no correspondió a tus sentimientos al primer, segundo, tercer o, incluso, al décimo intento, ¿cómo es que esperas que sí lo haga en el siguiente? Tienes que comprender y grabarte en tu cabeza que esa persona que tanto amas nunca te verá como algo más que un amigo, así que no pierdas tu tiempo intentando atraer a alguien que jamás corresponderá a lo que sientes.

Sé que eres insistente y que, aunque te lo repita una y otra vez, lo volverás a intentar. Nada de lo que te diga te hará cambiar de parecer ¿verdad? Entonces está bien: Sigue intentándolo una y otra vez, sigue siendo desechado una vez más por esa persona que te quita el sueño. Sigue siendo la burla de todos, y sigue causando lástima tanto a tus amigos como a los amigos más cercanos del sujeto en cuestión. Sí, sigue mostrando al mundo lo patético que eres al intentar conseguir algo que ni en tus sueños podrá ser tuyo.

Dices que no puedes vivir sin esa persona, entonces ¿por qué sigues vivo? ¿Por qué no mejor dejas de dar lástima ante los amigos de esta persona sólo para llamar su atención? ¿Por qué no mejor te matas y le haces un favor al mundo?... No te atreves, ¿verdad? Entonces, ¡deja de huevear y valórate! Mira a tu alrededor; hay miles de millones de personas en el mundo y te tienes que fijar en la única que nunca va a dar un peso por ti. Eres un pelmazo.

Entiende de una buena vez. De nada sirve que te preguntes «¿Por qué no le gusto?, o ¿Qué me hace falta para llamar su atención?» Es ridículo que lo sigas intentando. Y no me vengas con ese cuento de hadas en que un friendonzeado pudo salir de dicho lugar y terminaron siendo felices con su amor. No es que una persona salga de la friendzone, más bien, es que esa persona nunca estuvo dentro. Tú ya estás dentro, así que olvídate de toda posibilidad.

Espero comprendas de una buena vez.
Cuídate, mejor amig@.
Carlos.


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