lunes, 28 de noviembre de 2016

#PuntoNorte - Capítulo 1: Escogiendo el futuro


Buenas tardes estimados lectores, les escribo esta tarde soleada (en Temuco al menos) de día lunes, en la que debería estar estudiando para dos exámenes que tengo mañana martes, pero la motivación no llega a mí, por lo que decidí escribir.
Ayer mientras estaba estudiando (ayer si tenía motivación y concentración), me metí a Facebook a hacer hora, perder tiempo, etc., y salían hartas cosas de la famosa PSU y me acordé de mi experiencia con ello.
Hace muchos años cuando yo era una pequeña ilusa por la vida, tenía en mi mente estudiar derecho, me encantaba esto de defender a los indefensos y así hacer un mundo mejor (la huéa ilusa), en fin, pasaron los años hasta que llegué a tercero medio y en un ramo de filosofía nos pasaron “Psicología”, y me enamoré. Descubrí el amor de mi vida en el liceo a través de una profesora simpatiquísima, que me enseñó lo necesario para escoger mi futuro. Así estuve un tiempo en una disonancia cognitiva entre lo que pensaba hacer y lo que hacía, porque mis padres en ese momento estaban fascinados con la idea de que yo fuera abogada y trabajara en juicios y todo el tema que conlleva y les decía “sii” (con una emoción y una cara de mierda que no sé cómo no se dieron cuenta), pero quién más entusiasmado estaba era mi papá, porque su sueño frustrado en ese minuto era ser abogado, por lo que la hija mayor debía cumplirlo. Pasó un año y ya se acercaba la pruebita esa, y días antes estaba estresada pensando entre qué estudiar y la pinche prueba de matemáticas (me carga matemáticas). Hasta que un día me levanté y pensé “no ph hueón, es mí futuro, es lo que yo quiera hacer” y así fue como agarré valor para decirle a mi familia que tendrían una psicóloga en la familia. En un inicio no estaban muy contentos con la idea pero luego se adaptaron y me apoyaron, total no les quedaba de otra, no me podía pasar la vida entera haciendo algo que no me gusta, que probablemente no ejercería y moriría pensando en que lo mejor hubiera sido estudiar otra cosa que si me agrade.
Finalmente, fui a dar la PSU totalmente tranquila porque no necesitaba puntaje para entrar a la carrera y no lo digo como alivio sino que me di el tiempo de revisar cada malla, de cada universidad de Temuco y la escogida fue la Universidad Autónoma de Chile, porque la malla estaba más dedicada a lo social y era completa dentro de lo que yo quería ejercer, a diferencia de otras que tenían mucho de neurociencias y estadísticas que en realidad no me servirían de mucho porque no me dedicaría a la investigación y, otras universidades que se iban a paro y saldría el año 2500 de la universidad.

Así fue como comencé a estudiar Psicología, y comencé a construir mi realidad a partir de mis decisiones  haciéndome participe de mí vida. Creo que fue la primera decisión importante que tomé (tomando en cuenta que yo era un pajarito que podían hacer y deshacer y manejar como quisieran, no así ahora, al menos eso creo).
A lo quería llegar con todo esto, era que luchen por lo que ustedes quieran, no se dejen llevar por opiniones hueonas (a pesar de que sean de su familia), que les impida ser felices y autorrealizarse. Si alguno de ustedes estimados lectores está dando la pruebita, les deseo mucho éxito y decirles que esta cagá de prueba no es un impedimento para realizar sus sueños, es una huéa trámite que no hace más que cagarnos la psiquis, llevando a los estudiantes  a un estrés mucho mayor del que deberían estar expuestos (considerando que están escogiendo algo para su futuro y bla bla) y además, le dan color a la huéa de prueba. Sigan su instinto, su pasión y lo que los mueve, fallen, levántense y vuelvan a intentar, que de eso se trata la vida.
Y a los que están en periodo de exámenes, final de semestre y cosas por el estilo, ánimo que ya les queda menos y podrán descansar. Gracias! 

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