miércoles, 18 de enero de 2017

#1Día1EXP - Capítulo 21: Semanas de descanso. Revival (18/01/17)

Miércoles 18 de enero de 2017.

Había escrito 2016. Creo que nunca voy a conseguir adaptarme tan rápido al cambio de año. Como en el colegio, cuando por ponerte un ejemplo pasaba de curso a tercero medio, pero en las pruebas por error escribía en el curso "2MB". Lo mismo con las fechas; los primeros días se me hace imposible acostumbrarme a todo aquello.

El día de ayer (ayer martes, para ser exacto) me sucedió algo un tanto extraño. Fui al Terminal de Buses de Collao a comprar un pasaje pues hoy miércoles viajaré a Mulchén. Todo normal, hasta que me dispuse a emprender la caminata de regreso a mi hogar. Caminaba normal por la vereda que da al terminal, y de pronto una muchacha bastante guapa, debo decir que caminaba en dirección opuesta a la mía, me tiende la mano para ofrecerme un volante de una farmacia. Creo me dijo dos veces "¿Redfarma, redfarma?" Mi reacción instantánea fue tender mi mano para recibir el volante, pero esta chica me tendió la mano justo cuando ya había pasado por mi lado. Estiré mi brazo cuanto pude, y ella atinó a hacer lo mismo, mas mi mano no alcanzaría siquiera a sentir la textura de aquel papel rojito. Ambos seguimos nuestro camino, y estoy seguro que, incluso en estas horas de la noche, esa chica debe seguir riéndose de lo sucedido, así como yo me reí durante todo el tramo hacia mi casa. Suerte que llevaba gafas, pues hay pocas cosas más complicadas que contener la risa en una situación así, sobre todo teniendo alrededor a una multitud de aproximadamente 20 personas. 
Gracias por tomarte la molestia de leer esta pequeña historia del día de hoy, llena de lujuria y sexo salvaje. Por cierto, es una lástima eso de que el cerebro tenga las mejores ideas del universo una vez que ya pasó la situación en cuestión. Quedaré toda mi vida con la duda de si debí haberla seguido una vez que pasó por mi lado, y riendo pedirle que por favor me dé quince volantes de Redfarma, además de su número de teléfono para invitarla a un completo en el carrito verde de la USS, para posteriormente tener una dichosa relación, formar juntos una hermosa familia y vivir en una enorme casa roja con las letras de Farmacias Redfarma. Pero no. El cerebro nunca hace su trabajo en el momento; siempre espera a último momento o una vez la situación ya ha terminado.

Pasando al tema del capítulo de hoy, quisiera disculparme contigo, adorado lector, por el hecho de no haber publicado una mierda durante más de dos semanas. La verdad es que no tenía ganas de hacer nada más que quedarme dando vueltas entre mi cama y el sofá de mi casa, para pasarme la tarde completa viendo teleseries: Elif (mi teleserie favorita, debo admitirlo. Veysel y la conchetumadre.), El secreto de Feriha (con la hermosísima actriz Hazal Kaya, que se lleva un 10/10 en la escala de Carlos) y El Camionero (sólo porque no soporto a la pendeja robótica de la teleserie del Mega), para ser exacto. Estas dos semanas aproveché de terminar de leer el libro Revival, el cual había comprado en febrero del año pasado pero que no había tenido chance de leer. 

Fuente imagen: Mi propio celular, así que esta vez no hay link. ¡Já!

Recuerdo claramente el momento en que lo compré. Estaba de vacaciones con mis amigos en Villarrica, y mientras paseábamos por el centro, encontramos una pequeña feria con muchos stand repletos de libros. Inmediatamente me acerqué a observar, y me quedé unos segundos mirando directamente uno en especial. Era un libro con tonos azules y con un hermoso rayo que llega a una carpa de circo. Leí el título y ponía "Stephen King: Revival". Seguí mi camino y, cuando mis amigos ya se iban, me devolví a comprar ese libro; sentía que tenía que hacerlo, y vaya que no me arrepiento.
Este libro resultó ser una maravilla para estas semanas de flojera. Tiene elementos que se me hicieron realmente interesantes y deja una vasta cantidad de enseñanzas que vale la pena tener en cuenta en el día a día. Sin duda, Stephen King es un maestro en lo que respecta a esta área. El leer este libro me devolvió el ánimo de escribir, tanto en el blog como en el libro que estoy desarrollando para el cual me atrasé bastante, debo reconocer, pero no tengas duda que lo terminaré durante el plazo que establecí, es decir, febrero. Confío plenamente en que podré ponerme al día y tenerlo listo para entonces. Intentaré tener una pequeña sinopsis durante las primeras semanas de febrero, para introducir un poco la temática que tendrá. No hay nada más gratificante que darse el tiempo de escribir algo salido de lo más profundo de tus pensamientos, algo netamente tuyo, algo auténtico.

Estas semanas me sirvieron para despejar mi mente y cargarme de energía —sí, pasarme semanas completas echado sin que nadie me moleste es mi forma de cargar energía, la cual necesitaré a fondo en estos días que se vienen. Y lo digo porque intenté escribir para el blog entre estas semanas, pero no pude completar el capítulo y lo dejé a medias, de hecho es el que terminé y publiqué anoche, sobre mi frase predilecta que aplico desde 2015. El primer intento fue tan horrendo que decidí seguir esperando, pues no quiero volver a cometer el grave error de publicar algo escrito de mala gana. No quedo yo conforme; menos vas a quedarlo tú, ¿verdad? Si vas a hacer algo, tienes que hacerlo bien y de buena gana, incluyendo el prestar dinero. Es más, deberías prestarme $200.000 para comprarme la Nintendo Switch una vez que llegue. No, mentira. No la compraré. Apenas tengo tiempo para tocar mi 3DS, menos tiempo voy a tener para jugar en esta nueva consola que, por cierto, se ve bien interesante.

¿Te das cuenta de lo disperso que soy? Creo que lo mejor es cerrar este capítulo en este preciso instante. ¡Hasta la vista!


Próximo capítulo: "Dulce salado dulce salado (25/01/17)"

¡Muchas gracias por leer!
¡Qué tengas una buena noche!

Recuerda darle un like a la página de facebook y dejar tu comentario en este post o en el Chat, al costado derecho del blog.

No hay comentarios:

Publicar un comentario