miércoles, 25 de enero de 2017

#MarDeFrustracionesII - Capítulo 44: ¡Hazlo tú mismo!

Siento que nunca podré comprender cómo es posible que exista gente que depende tanto de los demás para realizar cualquier tipo de tarea. Se quedan pasmados mirando al infinito o se encargan de priorizar otra labor de menor importancia a la espera de que aparezca aquella persona que saben que les podrá solucionar el problema. Y es que ni siquiera lo intentan; si al menos intentasen realizar aquella labor, sería algo más que respetable. Pero no; ni eso son capaces de hacer.

Sé que es algo a lo que no debería darle la menor importancia, pero el tema es que a menudo acabo rodeado de personas de este tipo en algún ámbito de mi vida, cosa que siempre acaba influyendo negativamente en las relaciones. Es algo un tanto desagradable, sobre todo cuando las personas en cuestión no tienen ningún interés en seguir alguna indicación dada, y se quedan ahí, sin hacer nada. Así pueden estar por horas, hasta que uno se les tiene que acercar a preguntarles que qué carajos les pasa, para que te respondan que "no saben qué hay que hacer". La concha de tu madre, ¿tanto cuesta preguntar? Realmente son individuos que no poseen ni en un 1% el don de la iniciativa

Fuente imagen: https://sites.google.com/site/tallerliderazgosandoval/unidad-1-liderazgo/ensayo-sobre-las-habilidades


Por este motivo es que termino haciendo por mi cuenta prácticamente todo lo que tengo que hacer. Doy por hecho que, sin importar la situación, siempre tendré aportar un poco más para poder cubrir las falencias de quienes no pudieron realizar su labor. Y en parte me alegra, porque sé que si soy yo quien lo hace, todo estará bien hecho; soy una persona extremadamente responsable casi perfeccionista, que siempre va a buscar la forma de que las cosas queden excelentes; que brillen por sí solas. Creo que exagero con esto, pues hay veces en que me tomo la molestia de lavar loza ya lavada, por el simple hecho de que le encuentro algún detalle que no me gusta y siento que está todo mal lavado, de modo que prefiero hacerlo yo y asegurarme de que quede muy, pero muuuuuy bien hecho.

Si tienes algo importante que hacer y no sabes por dónde empezar: ¡Pregunta!
Si no tienes a quién preguntar: ¡Intenta! 
No es algo tan complicado, ¿verdad?

El que no intenta, tiene un 0% de probabilidades de victoria, por tanto, estás condenado al fracaso. Procura abordar de otra forma tus tareas, enfréntalas de lleno con todo lo que tengas, y por sobre todo, ¡INTENTA! No importa si fallas; de ser así, te quedará la experiencia y la satisfacción de poder decir: "sí, lo di todo pero no bastó", lo que te acercará a pasos agigantados hacia las respuestas que tanto buscas. Si no das todo a la hora de hacer algo importante, no tiene sentido alguno el hacerlo. Los resultados serán algo totalmente desastrozos y no será más que una pérdida de tiempo. Si vas a hacer algo, tiene que ser algo bien hecho. ¡Toma la iniciativa. Intenta y hazlo! Te darás cuenta de lo fácil que es.

Tarde o temprano llegarás a ese punto en que no podrás depender de nadie y te tocará a ti ser el protagonista de la historia, el que lleva a cabo una vasta cantidad de importantes labores y que deberá evitar cualquier posible error. Mientras tanto, aprovecha de intentar, de equivocarte, de obtener experiencias que te den ese "plus" a la hora de ser el encargado de orquestar las soluciones a diferentes problemas que te sean presentados. Recuerda que, para cuando llegue el momento, no habrá excusa válida a la hora de afrontar los desafíos. Tendrás que enfrentarte a ellos con todas tus fuerzas, y no podrás hacerte el hueón para evitarlos.

¡Sólo hazlo tú mismo y ya!
¡Deja de mirar para el lado y toma la iniciativa!


Próximo capítulo: "La soledad es mi mejor compañía"

¡Muchas gracias por leer!
¡Qué tengas una buena noche!

Recuerda darle un like a la página de facebook y dejar tu comentario en este post o en el Chat, al costado derecho del blog.




No hay comentarios:

Publicar un comentario