Esta última semana ha sido una mierda, pero no cualquier mierda; una real mierda. Una absoluta y nefasta mierda. Partiendo por una discusión con una persona realmente importante para mí, producida por la decepción que ocasionaron en mí sus palabras. No ahondaré mucho en el tema porque siento que no es un tema del que pueda hablar por acá pero, en resumen, me hizo sentir que todo lo que hice por ella no sirvió de nada. Cuando una persona se pone de esa forma, no queda de otra que decir adiós. No vale la pena porque nada de lo que digas le hará cambiar de parecer. Una imbecilidad que era totalmente evitable pero que esta persona no quiso evadir conciente —creo yo— de cómo yo reaccionaría. Era algo que no esperaba de ella, pero bueno, ya está hecho.
Fue por ese suceso que me costó un tanto comenzar esta semana. No tenía ningún ánimo de hacer nada; estaba más desatento de lo normal en clases (al punto que un profesor lo notó y sin siquiera preguntarme directamente a mí supo que me pasaba algo) y eso afectó también en mi estudio. Me gustaría poder decir que por eso me fue tan mal esta ronda de certámenes, pero estaría mintiendo. La verdad es que este semestre entré realmente confiado; demasiado confiado, a decir verdad. Tan confiado que en la primera ronda me limité a estudiar apenas un día antes de cada examen. Y me fue relativamente bien. El intentar la misma técnica milenaria otra vez acabó por pasarme la cuenta. Estaba jugando con fuego, y me quemé.
Optimización y Electromagnetismo serían los villanos de esta ronda. No quiero ni ver las notas de dichas evaluaciones porque me imagino lo horribles que están, y tengo clarísimo que deberé dar exámenes recuperativos para poder reemplazar las de esta ronda. Ocupé el comodín único en la segunda ronda; ya no puedo volver a cagarla, y es algo que ayer me hizo despertar.
Ayer a eso de las 09:20 salí del examen de Electromagnetismo, realmente derrotado. Es triste porque sabía hacer las cosas pero no recordaba las fórmulas. Mi memoria no ayuda mucho, menos aún cuando existen unas 50 fórmulas que se deben de memorizar a la perfección.
Salí con esa frustración de saber que si hubiese estudiado más, pude haber tenido ese 7 que he echado de menos este semestre. La caminata de regreso a mi casa fue de pensar y pensar. Ya la había cagado, y no podía volver el tiempo atrás. Aún así, la serenidad con que me lo tomé me sorprendió gratamente. Hace unos años (2012-2014) muy posiblemente hubiese caído derrotado en lo más profundo de mi mente; se me hubiese hecho durísimo el poder volver a levantarme para seguir adelante. En ese entonces, el fracaso me dolía y mucho, me daban ganas de desaparecer. Ayer todo eso fue diferente. En mi mente, las palabras se dirigían hacia mí mismo: "Dale, todavía queda la tercera ronda y después das recuperativo y aquí no ha pasado nada. Ahora es cuando tenemos que empezar a tomárnoslo en serio". Las palabras que emanaban de mi mente fueron la prueba de que ya no soy el mismo de antes. De que he cambiado, he madurado mucho mentalmente y eso me puso muy feliz. Sonreí estúpidamente en la calle mientras caminaba.
Fuente imagen: http://alejandromolowny.com/2015/09/07/que-no-te-roben-la-serenidad/
Estuve leyendo a la rápida el contenido de la fuente de la cual saqué la imagen, y se me hizo muy interesante. Te lo recomiendo.
Alguna vez un viejo amigo de Haxball (Valone) dijo: «La confianza nunca es buena; mata el alma y la envenena». Sí, confundió confianza con venganza, pero no deja de tener cierto grado de razón, y ayer lo comprobé en carne propia. El exceso de confianza no es bueno. Sí que está bien confiar en ti mismo, pero no que aquella confianza sea un motivo para no dar tu máximo ante los desafíos que se te planteen. Pequé de ingenuo y caminé directo a ello. Estos dos años y tanto de carrera en la USS fueron un chiste para mí. El nivel de exigencia es tan bajo que me decepcionó en parte, pero no es algo que esté mal; al contrario, me encanta que se le dé más importancia al desarrollo integral de los estudiantes por sobre el interés de convertir a todos en cyborgs que tienen que sólo tienen que saber por saber. Sabía que iba a llegar ese día en que volvería a sentir esa emoción de estar al borde de perder una asignatura aunqueyamepasóenelsegundosemestreenmanejotemandosaludosramirezculiao, y le busqué el lado positivo, encontrándolo de inmediato. Esta situación me recordó a una que se presentó en la enseñanza media:
Cursaba primer año medio (año 2008 para ser exacto) y en ese entonces estaba conciente de que TODAS las notas que obtuviese hasta cuarto medio serían determinantes para conseguir mi objetivo. Las siglas de NEM son algo que todo estudiante chileno medianamente interesado con su futuro tiene en cuenta alguna vez, y yo era uno de ellos. Siempre fui un estudiante levemente por sobre el promedio, de 6 en 6, me mantenía siempre por sobre la media, pero nunca destacando lo suficiente. Hasta que llegó ese día...
Recuerdo que estaban entregando exámenes de Biología (ramo que era mi nemesis pues se necesitaba de mucha memoria, demasiada memoria), y esa imagen aún sigue proyectada en mi retina. Un 2,0 en la prueba acerca de la célula y las funciones de cada una de sus partes y no recuerdo qué más. Lo único que sabía para entonces es que los ribosomas sintetizan proteínas, y es lo único que a estas alturas recuerdo. Alguno que otro compañero de colegio recordará cómo cambié desde entonces. Nunca volví a farrearme una prueba en el colegio. Comencé a tomarme todo muy en serio; como debe ser. A pesar de esa caída, cerré mi enseñanza media con promedio 6,3; algo realmente bueno para alguien como yo. Curiosamente, en la USS tengo ese mismo promedio, el cual me valió para ganarme la Beca de Excelencia Académica de la carrera y la cual espero conservar durante toda mi estancia; no pienso dejar que alguien me la gane tan fácilmente. Ese 6,3 me persigue hasta el día de hoy, y daré todo de mí por que ahí se quede y ¿por qué no? mejorarlo. Siempre es tiempo para arreglar los errores, y ayer fue el día en que por fin lo entendí: Por más sencillo que algo parezca, siempre se debe afrontar con la mayor seriedad posible. Por ello es que me reinventaré como estudiante; ya no voy a depender de mi suerte o de estudiar un día antes; hoy dependeré únicamente de mí y de lo que vaya estudiando día a día, como un verdadero estudiante. Como la persona que quiero realmente ser.
Ya no soy el mismo de antes. No volveré a rendirme así de fácil. La serenidad se convirtió en un excelente aliado para mí, y estoy seguro de que lo seguirá siendo durante todo el camino que me queda por recorrer de aquí en adelante. Calma, calma, que todo va a salir bien; sólo preocúpate por hacer lo que tengas que hacer.
Hora de tomarse las cosas en serio.
Próximo capítulo: "Cierre de semestre. Volvemos con todo (20/07/17)"
¡Muchas gracias por leer!
¡Qué tengas una buena noche!
Recuerda darle un like a la página de facebook y dejar tu comentario en este post o en el Chat, al costado derecho del blog.
Próximo capítulo: "Cierre de semestre. Volvemos con todo (20/07/17)"
¡Muchas gracias por leer!
¡Qué tengas una buena noche!
Recuerda darle un like a la página de facebook y dejar tu comentario en este post o en el Chat, al costado derecho del blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario