miércoles, 1 de marzo de 2017

#MarDeFrustracionesII - Capítulo 47: La trascendencia de lo insustancial

Hace unos días terminó el Festival de Viña del Mar, el cual año a año se convierte en tema de discusión para prácticamente todos los habitantes del país. Durante esos días, como de costumbre, me divertía mucho mirando los comentarios en cada noticia referente al tema que encontré en las redes sociales. Me impresionó (para mal) ver cómo las personas discuten a muerte por cualquier estupidez. De un momento a otro, me vi inmerso en una épica travesía de respuestas cada vez más absurdas y curiosas. Saqué mis palomitas de maíz (o al menos me hubiese gustado hacerlo) y me puse a analizar cada punto de vista de forma imparcial, pero no hubo caso. La gente cada día le da más importancia a cosas que no tienen ninguna relevancia en su día a día.
 
Fuente imagen: https://definicion.mx/discusion/
 
Uno de los tantos ejemplos es todo lo que se habló acerca de "Maluma", uno de los tantos artistas invitados. Por una parte, miles de niñas vueltas locas por aquel guapo sujeto y, por otra, personas que se enfocaban en el grotesco contenido de sus canciones. Por mi parte, no tenía idea de quién carajos era este sujeto, de modo que decidí buscar alguna canción suya. Me topé con una llamada "4 babys", y digamos que en parte le encontré la razón a los "críticos" que había leído. Me llegó a dar vergüenza lo poco y nada que entendí, porque a algunos de los cantantes de verdad que no les entendía ni mierda lo que decían.
"Estoy enamorao de cuatro babys". ¿Pero qué mierda? ¿Enamorado? ¿En serio? Por cosas así es que hay tantos menores de edad con hijos no deseados (bendiciones). Si estuvieras enamorado, sería de una sola persona, no de dos, de tres, ni mucho menos de cuatro. Debieron haber omitido la palabra "enamorado", sonaría mejor "estoy obsesionao de cuatro babys" porque eso es lo que es. Es una canción escrita con el pene, no con el corazón ni, evidentemente, tampoco con la cabeza. 
En resumen, Maluma no sería un artista al que yo quisiera escuchar, y simplemente lo omití. ¿Para qué darle tanta importancia a algo que no te importa?
Vi varios comentarios tanto de apoyo como de disgusto y, acoplados a ellos, una interminable lista de comentarios ofensivos hacia el autor del comentario.
Si algo te gusta, bien por ti, y tienes todo el derecho de expresar tu apoyo en un comentario. Lo mismo para quienes no disfrutan del tema en cuestión. Si no te gusta Maluma, estás en tu derecho de expresar tu disgusto, pero siempre con respeto. En gustos no hay nada escrito y estipulado que obligue a que todas las personas tengan que tener apego a las mismas cosas. Es absurdo siquiera pensar en algo así. Simplemente no entiendo el porqué de que las personas se enfurezcan cuando alguien hace un comentario contrario a lo que uno piensa, y comience una discusión sin sentido alguno, en donde abundan los insultos innecesarios. Está bien debatir sanamente, y la verdad que no estaría escribiendo esto si lo viese frecuentemente; lamentablemente, siempre las personas terminan peleando por lo que creen correcto y verdad absoluta. ¿No sería más fácil seguir de largo al ver un comentario con el que no se está de acuerdo, o al menos responder con un buen margen de respeto, evitando que salga el demonio de tu cabeza, que te obliga a putear a todo el mundo sin razón alguna?
¿No sería un mundo mejor si las personas no hicieran peleas absurdas, y respetaran la opinión de los demás sin tener la necesidad de imponer su idea por sobre la de los demás? Y no estoy defendiendo a Maluma, ya te dije que soy de las personas que sienten desagrado hacia ese tipo de artista; solamente quisiera que cada opinión fuese respetada. Cada quién tiene sus gustos y ya; no hay para qué darle vueltas a algo que no se puede cambiar a la fuerza.


Otro ejemplo es el de la Chiqui Aguayo (o como mierdas se escriba). No la vi por más de cinco minutos, pues su humor estaba enfocado a hacer reír a las mujeres que abundaban en las tribunas (día de bandas románticas). En redes sociales la gente se mofaba de ella porque su rutina se limitaba a decir unos 100 improperios por minuto, cosa que, por cierto, preferí no comprobar. Me disgustó desde un principio, pero no por eso voy a comentar que ella es una mal humorista o algo así. Así como a la gente le puede disgustar, ella tiene sus seguidores que la apoyan y todo eso. Por más pobre intelectualmente hablando que haya sido su rutina, hay personas a las que eso les gusta y hay que respetar.
Nuevamente se llenó de discusiones absurdas entre personas que amaban a aquella chica, y otras que simplemente aborrecían su espectáculo.
Loco, si alguien dijera que José Madero es un mal artista o algo así, me importaría una real mierda. Él le puede gustar o disgustar a quien sea; para mí siempre será el mejor de todos. Es cuestión de gustos y de raciocinio; no me voy a poner a pelear a muerte porque a alguien no le gusta el mismo artista que a mí. Es algo realmente patético.


Lo anterior eran sólo unos ejemplos de los infinitos que hay, y no sólo en redes sociales. En todas partes hay personas que le dan demasiada importancia a sus ideales, y están convencidos de que todas las personas del mundo deben seguirlos y acoplarse a lo que ellos piensan. Es ridículo, pero las personas suelen preocuparse de esa forma por cosas tan banales, generando odio y malas vibras en todos quienes se vean involucrados. Lo insustancial acaba tomando una trascendencia monstruosa que aleja a las personas que tienen gustos diferentes, y lo peor es que no hay aspecto de la vida que escape a esta absurda situación.
Si las personas aprendieran a respetar los gustos de los demás, SIN DUDA ALGUNA viviríamos en un mundo mucho más pacífico, un mundo mucho más relajado y mejor.
Creo que es tiempo de detener todas estas batallas campales son sentido.


Próximo capítulo: "Clichés de manipulación"

¡Muchas gracias por leer!
¡Qué tengas una buena noche!

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