lunes, 7 de marzo de 2016

#MarDeFrustraciones - Capítulo 2: Lástima

Considero que la lástima y la "vergüenza ajena" son las emociones más incómodas que he llegado a sentir.

Pongamos el ejemplo de las presentaciones de Ricardo Meruane en el Festival de Viña. En ambas ocasiones, vi mucha gente que comentaba que no podía soportar la vergüenza ajena y procedía a cambiar de canal, pues la incomodidad era insoportable.


Eso de ver a alguien humillarse solo ya es algo angustioso. Ahora, el ver a una persona humillarse ante una gran cantidad de personas, es algo que llega a ser desesperante.

Lo más triste es cuando ese "alguien" es una persona cercana a ti. Ya sea un amigo, familiar o un simple conocido que te cae bien.

Esto va más allá de una simple broma o burlas que se puedan producir. Detrás de todo eso hay una persona que está siendo humillada y fuertemente golpeada por dentro. Un buen amigo que va perdiendo la confianza en sí mismo por culpa de sus malas decisiones.

Resulta duro el no saber cómo afrontar esta situación. La verdad aún no sé cómo reaccionar. He pensado y me han dicho que me dirija a él para decirle "Basta, ya fue suficiente. Tienes que hacer algo", pero le sigo dando vueltas y no sé cómo se lo tomará él.

No sería agradable decirle eso y que reaccione de mala forma, siendo él un gran amigo. Pero es que hay veces en que me da demasiada lástima el que se humille tanto a sí mismo, sabiendo que su autoestima ya está lo suficientemente baja. Es algo que se me hace difícil de soportar, aún más por ser mi amigo.

Más pena me da cuando inventa cosas que hizo para intentar sorprendernos. Cosas que todos sabemos que son mentira. Es algo que me cuesta soportar y me hace perder la confianza.

Quizá sería una buena opción dejarlo ser, puesto que al parecer él es feliz así: Haciendo tonterías, lanzando bromas, friendzoneándose a si mismo con la persona que le gusta debido a su forma de ser. Bueno, probablemente él sea feliz así... No lo sé.

Me gustaría poder hacer algo más por él, pero nadie sabe cómo reaccionará y eso nos bloquea el accionar.

De verdad que la lástima y la vergüenza ajena son las emociones más perras que he llegado a sentir. Por momentos se vuelve algo tan insoportable que puedo pasar horas sin dejar de pensar en ello.

En fin, lo mejor será seguir observando desde afuera, como siempre he hecho. Cuando sea el momento oportuno, actuaremos según el plan.


Muchas gracias por leer!
Qué tengas una buena noche!

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