Martes 21 de junio de 2016.
El día de hoy comenzó con muchas complicaciones, pues dormí pésimo y en la mañana sentía que no había descansado nada. Me desperté a eso de las 6:45 en modo zombie. No sabía ni dónde estaba parado.
El haber dormido mal me pasó la cuenta notoriamente, al punto de que mis compañeros rápidamente se dieron cuenta de que estaba algo más idiota de lo normal, hablando incoherencias como nunca antes había hecho. Fue un día extraño en que hasta ahora sigo sintiéndome dormido, como si fuese un sueño.
Durante la clase de Taller de Emprendimiento e Innovación, la cual empieza a las 8:00, los profesores estaban pasando la lista. Yo me encontraba junto a Bastián y Andrés, pues somos el Equipo 6 "Chupilca del Diablo" en este ramo. La cosa es que mientras los profesores pasaban lista, llegaron a un apellido que no recuerdo, pero era una persona que aún no llegaba. Esa persona era parte del grupo de zorroncitos musculines (esos que pareciera que si les pinchas el brazo con una aguja, se desinflará como un globo), es decir, ese típico personaje cuya vida consiste en comer sushi, ir al gimnasio y hablar como si tuvieran una papa en la boca. Al notar que los profesores nombraron a su compañero, uno de ellos respondió, con su característico tono zorrón: "¡Ya viene llegando, profeTSora!". Al oír eso, mi idiotez latente por el sueño rápidamente hizo lo suyo. Le hablé a Bastián, de la forma en que uno le cuenta un chiste secretamente a un amigo y dije, imitando el tono zorrón: "Ya viene llegando. Le dijimos que había esteroides y se vino corriendo". Bastián no aguantó la risa y explotó de una forma para nada sigilosa, bastante característico de él, a decir verdad.
Pasaron las horas y llegaron las 02:20. Teníamos clase de Inglés II a las 02:30, por lo que nos dispusimos a ir a la sala correspondiente. Dentro de ella, mi idiotez seguía ahí, por lo que decidí revisar mi celular para evitar cualquier posible reacción inmadura. Lo primero fue el correo, en donde me encontré con una gran sorpresa. Para no hacer el texto tan largo, te dejo la imagen de lo que vi:
Me llevé una gran sorpresa, puesto que tenía entendido que la beca de excelencia le es otorgada a 1 o 2 alumnos POR CARRERA. Leí el correo un par de veces, y cuando reaccioné, sólo atiné a decirle a Bastián y Andrés, mis más cercanos amigos dentro de la USS, que se encontraban a unos metros. Los chicos me felicitaron y les agradezco inmensamente ese gesto. Así como le agradecí a todos y cada uno de quienes recibí una felicitación: Hermana, Mamá, Manuel, Catalina, Nico Vera, Javiera y Estrella. Gracias por su apoyo en un momento tan genial como este.
No es como que la beca sea la graaaan cosa, pues cubre sólo un 20% del arancel, pero la verdad que me viene bastante bien, considerando lo endeudado que saldré gracias al CAE. Más que el 20%, me enorgullece el reconocimiento, el saber que todo mi esfuerzo ha valido la pena. El verme triunfar a costa de honestidad y constancia. Que después de todo lo vivido, todos esos malos momentos, tristeza, decepciones y caídas que me llevaron a lo más profundo de un abismo; haya tenido la capacidad para sobrellevar las dificultades presentadas y salir triunfante de ese pozo de oscuridad. Es en este momento en cuando puedo respirar, mirar el cielo y decir: "Sí, todo valió la pena". Siempre he dado todo de mí por ser el mejor en todo lo que hago, y el haberlo conseguido en algo tan importante como lo son los estudios, me da una motivación para llegar mucho más allá.
Y sí. Vaya forma de comenzar con esta nueva serie ¿no? Esta sorpresa realmente me hizo feliz, por lo que es el primer gran momento en quedar plasmado para la posteridad en este blog.
Por supuesto que mi idiotez tendría un remate para acabar el día. Saliendo de Inglés, nos dirigimos a la oficina de nuestra profesora de Diseño y Construcción de Software, pues estaba recibiendo los puntos que tenemos en nuestros cuadernos por los ejercicios realizados en clase. Durante el camino se presentaría una situación digna de Ricardo Meruane:
Bastián: ¡Cuidado con ese perro!
Carlos: Tranqui, se ve buena onda.
Bastián: Sí, pero es un Pitbull.
Mariano: Yo quería un perro, pero no me dejan tener en la casa
Andrés: (Iba a preguntar algo, pero lo interrumpí)
Carlos: ¿Perro por qué?
Mariano: Hoy estai más fome de lo normal.
*A los 3 segundos, todos se estaban riendo de mi chiste. Efecto retardado. El chiste perfecto.
Andrés: Jajaja. Igual te salió buena, hueón.
Carlos: (A Mariano) Veís que igual te estai riendo, culiao.
Mariano: Jajajaja. Buta, sí, hueón.
Y eso es lo que pasa cuando no duermo lo suficientemente bien...
¡Muchas gracias por leer!
¡Qué tengas una buena noche!
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