En parte me siento triste por terminar esta primera temporada de #MarDeFrustraciones, pues es la serie que considero como la protagonista de este blog. Desde que comencé con la primera publicación, que ya tenía decidido que esta serie sería ese pilar que sostendría todo este pequeño proyecto, y creo que lo ha hecho a la perfección, al menos desde mi punto de vista. #MarDeFrustraciones se convirtió en mi serie favorita y a la que más cariño le tengo; sin embargo, considero que es buen momento para hacer una pausa y cortar aquí esta temporada. Así como yo cambio día a día, tú lo haces, él lo hace, ella lo hace y, en consecuencia, todos lo hacen. Año a año siento que voy cambiando mucho, tanto en mi forma de ser como en la forma en que veo el mundo y me expreso respecto a él. Es por eso que hoy cerraré este ciclo; este hermoso ciclo llamado #MarDeFrustraciones. Espero disfrutes de este último capítulo de lo que es la primera temporada de esta serie.
¿List@? Pues... ¡comencemos!
Todos tenemos alguna característica de la cual nos valemos para sobresalir, llamar la atención, o bien, conseguir algo que se desea, y es a esto a lo que me referiré cuando hable de "mejor arma". Algunos tienen la dicha de ser poseedores sin mayor esfuerzo de un físico que ciertamente les da una ventaja sobre el resto y eso se convierte en su mejor arma, pues pueden aprovecharse de aquella característica para conseguir lo que desean. Otros que, quizá sin contar con esa ventaja natural, deciden conseguirla por cuenta propia, y se empeñan para conseguir esa apariencia que pueda ser del gusto de las demás personas para adquirir a punta de esfuerzo su "mejor arma". También tenemos a las personas que utilizan la labia como su mejor arma, pues se manejan en el arte de hablar con gracia para poder convencer a los demás y así conseguir su objetivo. Por otra parte, están los que no cuentan con ninguna de las anteriores características de ventaja que puedan facilitarle el trato con las demás personas, por lo que deben buscar y evaluar un sinfín de posibilidades para poder encontrar lo que será "su mejor arma".
Siempre me incluí dentro de este último grupo, y la verdad que creo que no he cambiado en absoluto mi postura respecto a este tema. Soy un tipo promedio en lo que respecta al aspecto físico, no tengo ni una pizca de gracia para entablar una conversación que sea agradable para alguien que no conozca, y definitivamente no me atrae la idea de ir a un gimnasio para conseguir un buen físico que me permita, muy probablemente, el atraer mujeres que obviamente se acercarían a uno por "como se ve". No, esa idea no va conmigo. De hecho se me hacen insoportables los zorrones musculines de la universidad que creen que todo tiene que ser a su pinta; menos voy a desear convertirme en uno de ellos y/o asistir a un gimnasio en donde está repleto de estos especímenes.
No fue sino hasta la enseñanza media que encontraría por fin mi "mejor arma". Profesora Lorna, gracias a usted pude desarrollar esa habilidad que hoy se ha convertido en la característica más fuerte de la que soy poseedor, desde aquel día en que revisó el cuento que entregué por una tarea de Lenguaje...
—Oye, ¿tú escribes? —me preguntó.
—Uhmm, no —dije, sorprendido ante aquella pregunta—. No escribo.
—Aaah, es que escribes bien —dijo sonriendo.
Fue en ese momento en que me decidí a desarrollar mi habilidad para escribir. El hecho de que la profesora de Lenguaje me dijera que "escribía bien" era razón suficiente para enfocarme en practicar para perfeccionarme en el arte de escribir. Con el tiempo me iba dando cuenta de que a los demás les gustaba el cómo yo escribo, cosa que me puso muy, pero muuuuy feliz. Había encontrado mi característica de ventaja, y le estaré eternamente agradecido por ello, profesora.
Comencé con un bloc de notas en donde iba escribiendo semanalmente las cosas que ocurrían en el colegio o en mi vida en general. De hecho, aún lo conservo y tiene todas esas historias y sentimientos que pasaron por mí desde el 2010 hasta la actualidad. Es parte importante de mí. Posteriormente, comencé a aplicarlo tanto en el colegio como en Messenger (MSN). Dio unos resultados impresionantes, mi nueva arma estaba confirmadísima. Incluso para mi deficiencia en las relaciones amorosas, el escribir se convirtió en una herramienta poderosísima tanto para encontrar a la persona indicada, como para decidir si esa persona era realmente lo que quería a mi lado. Y vaya que es importante pues me ayuda a discernir si una persona es o no -a mi gusto- lo suficientemente inteligente. Me arriesgaría hasta a decir que todas mis relaciones de pareja son consecuencia de mi habilidad para expresarme mediante la escritura, y que cada una de ellas me demostró que era más que una cara bonita bajo el juego de la escritura. Es, simplemente, mi mejor arma.
Pasaron los años y decidí crear Mar de Frustraciones, lo que se ha convertido en un hermoso proyecto cuyo progreso me tiene cada día más y más feliz, y espero siga creciendo para que lo que deseo transmitir llegue a mucha más gente de la que pudiera imaginar. Por ahora es un sueño que confío en que podré realizar si sigo haciendo las cosas bien como hasta ahora.
¡Muchas gracias por acompañarme durante esta primera temporada de #MarDeFrustraciones! (Sí, ¡claro que vienen muchas más temporadas!) ¡L@s quiero!
Próximo capítulo: "#MarDeFrustracionesII: De otra perspectiva - Introducción"
¡Muchas gracias por leer!
¡Qué tengas una buena noche!
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