Con el tiempo me he dado cuenta de que los pelados (hablando de la gente calva, por supuesto) me caen, en su mayoría, mal. Este semestre recién pasado no fue la excepción, pues en la queridísima asignatura de Gestión de Sí Mismo, me encontré con que, a unas semanas de comenzar las clases, el profesor Renzo dejaría la clase y sería reemplazado por un nuevo profesor. Ya habrás notado por dónde va la historia. Sí, en efecto, ese profesor era calvo.
Las primeras clases fueron relativamente bien, hasta me caía relativamente bien; lo soportaba. Con el tiempo, me di cuenta que las clases se iban haciendo cada día más y más desagradables. El sujeto en cuestión es psicólogo, de modo que su forma de explicar las cosas resultó algo excesivamente denso para unos simples estudiantes de ingeniería. Quizá no sería la gran cosa si la clase hubiese sido en una hora por la mañana; pero no, esta clase era de 16:00 a 18:50 hrs., es decir, una tortura de aquellas a la cual debía sobrevivir cada lunes.
Su forma de explicar las cosas era tan pesada, que varios estábamos clase a clase al borde de partir al mundo de los sueños —y varios así lo hicieron—, y con todos (TODOS) los estudiantes deseando con toda el alma que la clase terminase de una vez por todas. Antes de su llegada, los profesores encargados no tenían problema con acabar la clase a eso de las 18:00 hrs. o incluso antes, pero claro, este pelado llegó para hacer de las suyas en nuestra clase, y no hubo día en que saliéramos antes de las 18:50.
¡Y eso no fue todo! No, no,no. Este pelado seguiría haciendo de las suyas a la hora de poner las notas finales del ramo. Claramente, el factor amiguismo incidió en las calificaciones que este sujeto asignaba por "Participación", en la cual muchos compañeros y yo teníamos notas totalmente injustas. Al revisar mis calificaciones, me percaté de que tenía un 3,0 en participación. Un 3,0... ¡qué mierda! Fue tal mi frustración y mi molestia, que inmediatamente mandé un correo tanto a la profesora (a quien no me queda más que agradecer su gran labor haciendo menos tediosa la clase del pelao) como al sujeto en cuestión. Un texto larguísimo explicando mi situación y el descontento. Que me parecía una falta de respeto tanto a los estudiantes como a la universidad, que yo era de los pocos (sino el único) que asistió a TODAS las clases y realizó CADA UNA de las actividades de la asignatura con la mejor disposición posible. Terminé mi correo afirmando que iría a la última clase, en la cual se tomaría el examen recuperativo, únicamente para recibir la retroalimentación correspondiente por esa calificación tan baja. A dar cara y dejar en claro mi punto de vista.
No pasó un día hasta que tuve un mensaje de la profesora, recalcando que le encontraba razón a mis palabras e, inmediatamente, cambió aquel 3,0 por un 6,0. Seguía siendo injusto, pero mejor lo dejé ahí, ya no estaba con ánimos de discutir más.
Así fue como evité que el pelado fumeta me pasara por encima injustamente.
Fuente imagen: Google imágenes: "Doctor Malito"
Sé que no se puede generalizar, y que esto no pasa de ser una simple y graciosa coincidencia, pero es que ya es demasiado. No puedo creer que no haya pelado que me caiga bien. Creo que el único pelado que me cae bien en la vida es Gustavo Lorenzetti (jugador de la U de Chile), pues su carácter y su semblante proyecta una excelente persona. Relativo a los demás, hasta mis amigos se ponen imbéciles cuando se rapan. Es un tema de la calvicie. He llegado a pensar que casi todos los pelados son como la mierda, y que mientras más les brilla la calvicie, más como la mierda son. Es como una fuerza divina que los castiga quitándoles su cabello debido a lo desagradables que son. De solo imaginar a un pelado, pienso en una persona que utiliza una sonrisa hipócrita para caer bien a los demás, y es que lo he visto tantas veces, que ya casi lo he asumido como un patrón predefinido de estos tipos. Sí, lo sé, hay excepciones; no las conozco, pero sé que las hay. De momento, ninguno de mis amigos más cercanos es calvo, así que mantendré mi punto de vista mientras la situación continúe así.
Como último favor antes de cerrar el capítulo: absténganse de moralismos y cosas que sé que se podrían malinterpretar de este capítulo. Es evidentemente una humorada y una graciosa coincidencia. No se lo tomen tan en serio. Gracias.
Próximo capítulo: "Loco y raro"
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