Me disculpo por el desorden temporal de los capítulos, pero es la única forma de que los temas no queden revueltos y resulte algo más intentendible de lo que ya es.
El lunes 6 de abril, en el facebook de la "Radio Bio-Bio", aparecería una noticia que cambiaría mi año por completo. PXNDX, una de mis bandas favoritas, regresaría a Chile tras 8 años, y yo no pensaba desperdiciar la oportunidad de verlos en vivo.
Al día siguiente de que salieran las entradas, me dispuse a comprarlas para asistir con mi entonces novia, la persona que les comenté en el capítulo introductorio de la serie; con quien habíamos prometido asistir juntos al evento que se desarrollaría el 20 de mayo en el Teatro Cariola de Santiago. A la semana, me arrepentí de haber comprado entradas platea y compré unas de cancha, por lo que busqué por todos los medios a quién venderle las entradas de platea que había comprado.
Así, pasaba el tiempo y la emoción inundaba hasta lo más profundo de mi ser. Había esperado casi 10 años para poder verlos en vivo por primera vez, y todo estaba a la vuelta de la esquina.
Unos días antes del evento, esa persona me dijo que no podría asistir, cosa que me hizo sentir muy mal. Yo entiendo que no era su culpa, pero las promesas que se rompían acababan por golpearme muy fuerte. Rápidamente, contacté a una de mis amigas que vive en Santiago, quien de inmediato me dijo que me acompañaría y que podría quedarme en el cuarto de visitas en su casa.
Hasta que llegó el gran día. Me levanté a eso de las 6 de la mañana para bañarme, ordenar mi mochila y partir al terminal de buses con destino a Santiago. Llegué a eso de las 13:00 y me dirigí a la estación Universidad de Chile, pues era lo más cómodo para cambiar de línea y llegar al Teatro Cariola. Me senté en una zona de espera que está saliendo del andén, en donde pude cargar mi celular y hacer algo de hora, pues mi amiga llegaría a eso de las 18:00.
Así, me dispuse a mensajear a casi todos mis amigos que viven en Santiago, para ver si alguno se encontraba por los alrededores para acompañarme y no aburrirme las 5 horas que me quedaban ahí. Uno de ellos fue Rodrigo (más conocido como Roderick, ChuecoMena o el Trovador de Haxball), un antiguo compañero de equipo de haxball, tema que trataré en la próxima serie sobre los videojuegos y la vida real. Él estaba con su novia Claudia, a quien convenció para ir a conocerme, cosa que le agradezco inmensamente. Nos tomamos algunas fotografías, conversamos, los invité a una pizza en el patio de comidas del Paseo Ahumada (en donde vendí una de las entradas platea a una chica con la que había coordinado por facebook) y al rato nos despedimos pues ya había llegado mi amiga con quien asistiría al concierto.
Al llegar al Cariola, nos encontramos con una inmensa fila, por lo que la espera se hizo eterna. Durante dicha espera, pasaba todo tipo de gente vendiendo artículos de PXNDX, o pidiendo para una entrada. Recuerdo que pasó una pareja joven (les echo unos 16 años) pidiéndome dinero pues les faltaba una entrada. Así, no la pensé dos veces y les regalé la entrada que me sobraba (como para que no se perdiera, digo), a lo que ellos me abrazaron y entre lágrimas me agradecían por el gesto. No cuesta nada hacer feliz a la gente.
Vectores comenzaría encendiendo a todos los espectadores que se encontraban en el Cariola. Realmente me sorprendieron y me volví seguidor de ellos tras escucharlos aquella noche.
No saben la frustración, pena y ganas de llorar que sentí durante el concierto. Todo lo que estaba viviendo en el momento me estuvo por pasar la cuenta y ya sentía que iba a estallar.
Cerca de la mitad del concierto, mi amiga se retiró de la cancha y fue al pasillo pues estaba algo sofocada. Así, quedé solo entre toda la masa de gente y cada canción era una puñalada más fuerte para mí. Yo quería estar con esa persona, pero lamentablemente no se pudo. Nunca se podía, y eso fue factor fundamental en mi decisión: Ya no podíamos seguir juntos.
Nuevamente, te pido perdón por haberte hecho sufrir así, tengo más que claro que no era tu culpa y que no podías hacer nada... o quizá sí.
Aquí adjunto una foto del concierto en el Cariola, la cual no tomé yo, por cierto.
Luego de eso, pasé la noche en casa de mi amiga, donde publiqué 4 videos de algunas canciones que grabé con mi celular (parecía grabado con calculadora casio). Al día siguiente, ella me fue a dejar al terminal de buses, en donde compré el pasaje de regreso y me acompañó hasta que era hora de irme. Muchas gracias por todo, Miri. Te debo una.
Al cabo de unas horas, llegué a mi casa en un estado entre éxtasis y odio. Estaba muy feliz y muy triste a la vez, pero no había tiempo para lamentarse. Había faltado a un examen por ver a PXNDX y tenía que arreglar ese 1.0 que obtuve de ello. Cosa que hice realmente bien, pues lo cambié por un 7.0 en el examen recuperativo.
Unos meses más tarde, salía la noticia de que PXNDX volvería a Chile, haciéndose presente en el Festival Frontera, en donde entran alrededor de 50.000 personas. Rápidamente me moví con las entradas, una para mí y una para mi actual novia. Esta vez no quería que ocurriera lo mismo y tener que ir solo, por lo que tenía un plan de respaldo; además de que mis amigos Bastián y Rulo me acompañarían en esta aventura.
Carlos del 2014: Por fin verás a PXNDX en vivo. Será duro, pero acabará siendo una experiencia increíble.
Muchas gracias por leer!
Qué tengas una buena noche!
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